Lo que
se sospechaba desde hace unas semanas hoy se ha hecho realidad. “El Juli”
anuncia la intención de que el taurino Luis Manuel Lozano, integrante de una
empresa y casa influyente en el mundo del toro, la conocida como Casa Lozano,
será su próximo apoderado.
Luis
Manuel sustituye a Roberto Domínguez, que desde la independencia ha llevado la
carrera del torero de Velilla los últimos años. Y paradojas de la vida, a la
vez que Juli se une a los Lozano, Sebastián Castella se va de la casa. Aquí cada
gallo quiere su corral y el francés no está dispuesto a compartir persona de
confianza.
Por
tanto, Juli pasa de ser independentista a unirse a una casa empresarial fuerte.
Con ello gana fuerza en los despachos, pero pierde esa independencia de la que
tanto alardeó y que le hizo quedarse fuera de ferias importantes, además de
iniciar guerras fallidas que le han perjudicado. Al lado de Los Lozano, ahora a
los empresarios les convendrá contar con el Juli, porque su presencia en las
ferias, hará que se cuenten con los toreros de los empresarios, en las plazas regentadas
por los Lozano. Y al lado de los Lozano Juli puede ablandar a cierto sector de
la prensa que ahora le es hostil.
El aficionado
va a notar poco el cambio, salvo que Julián toreará algo más Alcurrucén. Pero
no se prevé una revolución en los carteles, una apuesta por otras ganaderías,
por la apertura de nuevos nombres en las ternas. Todo seguirá igual, por
desgracia.
El
Juli, que era Cataluña, acata la ley y se une otra vez a los varones de la
fiesta.
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